La justicia en Ucayali sentenció este jueves a 28 años y 3 meses de cárcel a los responsables del crimen de cuatros líderes asháninkas ocurrido en setiembre de 2014 en circunstancias que se dirigían a pie hacia Apiwtza, en Acre, para una reunión con sus similares de Brasil.
El día de los hechos, Edwin Chota, Jorge Ríos, Leoncio Quintisima y Francisco Pinedo, líderes de la comunidad nativa Alto Tamaya-Saweto, fueron interceptados y atacados con armas de fuego por los asesinos, todos ellos relacionados con la tala ilegal de árboles.
Hugo Soria Flores y José Estrada Huayta (ambos empresarios madereros) fueron sentenciados por el Juzgado Penal Colegiado de Ucayali en calidad de autores mediatos del delito de homicidio calificado mientras que los hermanos Josimar y Segundo Atachi Félix —como coautores— del mismo delito.
La Corte Superior de Justicia de Ucayali fijó también 200 000 soles como reparación civil a favor de los parientes de los agraviados (50 000 soles por cada deudo).
A decir del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, cuyo titular Eduardo Arana Ysa estuvo presente en la Sala de Audiencias, . […] esta sentencia es un paso fundamental en la obtención de justicia y lucha contra la impunidad para la familia de los defensores ambientales […] así como reivindicativas para los pueblos indígenas u originarios que afrontan riesgos al defender sus territorios y comunidades”.
La ONG “Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep)” señaló que este emblemático caso «marca un precedente para los futuros casos judicializados de asesinatos de defensores indígenas».
En septiembre de 2014, Edwin Chota Valera, Leoncio Quintisima Meléndez, Jorge Ríos Pérez y Francisco Pinedo Ramírez, líderes indígenas de la comunidad nativa Alto Tamaya-Saweto, perteneciente al pueblo asháninka, en la región Ucayali, fueron asesinados después de recibir múltiples amenazas de madereros ilegales.