María del Carmen Alva, presidente del Congreso, reaccionó con un gesto nada agradable cuando el presidente Pedro Castillo extendió el codo para despedirse de ella (Le dio la espalda para proceder a retirarse). Antes, parecería levantar la mano derecha en señal de rechazo ante una solicitud.
Sucedió al momento que el presidente se despedía de los miembros de la Junta Directiva del Congreso luego de visitar en su despacho del Palacio Congresal a la presidenta de ese Poder del Estado.