Este miércoles, apenas un día después de que el joven Salvador Ramos, de 18 años, sembrara el terror en una escuela de primaria del condado de Uvalde, en uno de los tiroteos escolares más mortíferos en la historia del país, en Texas, las escuelas en todo Estados Unidos han aumentado la seguridad como medida de precaución.
Foto: VOA en español
En Connecticut, donde el tiroteo en la Escuela Primaria Sandy Hook dejó 20 alumnos de primer grado y seis educadores muertos, en 2012, la policía estatal dijo que enviaría soldados adicionales a las escuelas el miércoles, aunque no se recibieron amenazas específicas.
“Este asalto a los más inocentes de nuestros ciudadanos es profundamente perturbador y desgarrador”, dijo el coronel de la policía estatal de Connecticut, Stavros Mellekas, en un comunicado. “En este momento, nuestro enfoque será proteger a todas las poblaciones escolares aquí en nuestro estado”.
Tras la matanza, resucita la necesidad de actuar legislativamente para detener la epidemia de los tiroteos masivos, un problema que hasta hoy no se ha encontrado minguna soluciòn.