En lo que representa la posición de la Iglesia Católica peruana frente a lo que denominó “tragedia” por la que atraviesa el país, que no es de derecha, izquierda ni centro, el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo pidió hoy a quienes provocaron las muertes de 48 peruanos en las marchas desarrolladas en distintos puntos del país a rectificar su comportamiento y a convertirse “para que termine esa temible y tenebrosa espiral de violencia absurda e inaudita”.
“A esos hermanos que han matado y se mueven perdidos como alma en pena, irradiando más muertes, les decimos y los llamamos con el corazón estremecido de dolor que la sangre derramada no clama venganza. Su sangre clama misericordia y paz, rectificación de comportamientos y conversión, para que termine esa temible y tenebrosa espiral de violencia absurda e inaudita”, expresó monseñor Castillo durante su homilía dominical en la catedral de Lima.
Previamente, el arzobispo de Lima hizo hincapié en la misión fundamental y espiritual que le quepa a la Iglesia Católica en estos momentos difíciles que atraviesa el país y que provocó hasta hoy la muerte de 48 peruanos en el marco de las jornadas de protestas en demanda de la renuncia de la presidente Dina Boluarte.
“A la Iglesia nos corresponde una reflexión fundamental, espiritual: las investigaciones, las interpretaciones políticas y económicas y sociales corresponden a otros ámbitos. Nosotros no vamos ni a derecha, ni izquierda, ni centro, vamos al fondo. Y esa es nuestra misión, pero desde el fondo podemos hacer, renacer, resucitar todas las condiciones económicas, políticas y sociales de derechas, centros y de izquierdas. Todo puede perfeccionarse si nos vamos al fondo de las cosas”, expresó.
Destruyendo al Estado no se arreglan las cosas
Desde el púlpito al prelado católico llamó la atención de quienes creen en la vieja teoría de la destrucción del Estado para levantar uno nuevo, “Hay modos pacíficos de organizarnos para resolver las grandes demandas de las regiones pobres de Perú, no necesitamos liquidar el Estado que tanto ha costado construir. El Estado peruano se formó a pulso, con mártires fundadores de cada una de las instituciones”, sostuvo.
A renglón seguido exclamó: “Basta también de hacernos la idea de que destruyendo el Estado se arreglan las cosas. Destruyendo el Estado terminaremos finalmente hundidos en el caos en manos de un solo poderoso que hará trisas nuestras vidas”.
Dios está con los 48 hermanos asesinados
Monseñor no ocultó el dolor que le embarga su alma por la muerte de los manifestantes y un miembro de la PNP. “En medio de nuestro dolor por la muerte de nuestros más de 48 hermanos asesinados estos días de diversas formas, ni ellos ni nosotros estamos solos, Dios está ahí”.
Cruel muerte con balas dum dum
El arzobispo de Lima terminó su mensaje con la siguente expresión:
“Dios los bendiga a todos nuestros difuntos y reciban, sus familiares, nuestras más profunda y sincera condolencia todos sus familiares y que las crueldades terribles que se han hecho en algunos de ellos y en especial los que recibieron balas dum dum y nuestro hermano policía incinerado. Que esa crueldades salga de nuestro horizonte porque solamente son las de los heraldos negros los que que nos mandan la muerte”.