El hundimiento de una embarcación en las costas italianas provocó el fallecimiento de al menos 45 personas. En la pequeña barca viajaban más de 170 personas, entre ellas niños y familias, que zarparon de Turquía, aunque procedían principalmente de Afganistán y Pakistán.
Tras el fatídico naufragio que se saldó con la muerte de al menos 45 personas frente a la costa de la provincia de Crotone, en la región italiana de Calabria, tanto el Secretario General de la ONU como las agencias encargadas de la atención a refugiados y migrantes, pidieron hoy acceso urgente a rutas de viaje más seguras y operaciones de rescate más eficaces.
«Todas las personas que buscan una vida mejor merecen seguridad y dignidad», reiteró este domingo António Guterres en un mensaje en su cuenta de Twitter. «Necesitamos rutas seguras y legales para migrantes y refugiados», señaló el titular de la Organización.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) expresaron en un comunicado conjunto sus condolencias por la pérdida de decenas de vidas y pidieron a los países que aumenten sus recursos y capacidades para cumplir de manera efectiva con sus obligaciones.
El número de muertos podría aumentar
Las tareas de rescate efectuadas hasta el domingo por la noche lograron recuperar 45 cuerpos sin vida, pero los equipos de búsqueda temen que el número de víctimas mortales pueda ser mayor, aunque se espera que al menos haya 80 supervivientes.
Las informaciones con las que cuentan ambas organizaciones indican que había al menos 170 personas a bordo de la pequeña embarcación, entre ellas niños y familias, que habían salido de Turquía y procedían principalmente de Afganistán y Pakistán.
Las llegadas desde Turquía representaron en 2022 alrededor del 15% del total de llegadas por mar a Italia. Casi la mitad de las personas que llegaron por esta ruta eran personas que huían de Afganistán.
Los mecanismos de rescate son «insuficientes”
«Es inaceptable presenciar tales horrores, con familias y niños confiados a embarcaciones destartaladas y no aptas para la navegación», declaró Chiara Cardoletti, representante del ACNUR para Italia, la Santa Sede y San Marino. «Esta tragedia debe impulsarnos a actuar y a actuar de inmediato».
Ambas organizaciones reiteraron la «necesidad urgente» de establecer mecanismos para las operaciones de rescate a nivel de la Unión Europea y siguieron pidiendo a los Estados “que aumenten sus recursos y capacidades para cumplir eficazmente con sus responsabilidades”.
Según el Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, durante este año han fallecido o desaparecido al menos 220 personas a lo largo de la ruta migratoria del Mediterráneo central este año.