El conflicto bélico entre la Federación de Rusia y Ucrania, que se encuentra actualmente en curso, volvió a ser este domingo tema de reflexión del papa Francisco durante su mensaje pronunciado en la Plaza de San Pedro después del rezo del Ángelus.
“Permanezcamos siempre cerca de nuestros hermanos y hermanas de la atormentada Ucrania. Cercanos con la oración y la solidaridad concreta. ¡La paz es posible! No nos resignemos a la guerra”, expresó el pontífice en su intervención.
El mensaje del papa se presentó horas luego que varias ciudades ucranianas se mostraran de azul y amarillo, colores de la bandera nacional para festejar la retirada este viernes de tropas rusas de Jersón, la única capital de región capturada por Rusia desde el comienzo de la guerra.
En Jersón, los soldados fueron recibidos con júbilo por las masas.
En Odesa, donde muchos de los residentes de Jersón se han refugiado desde la avanzada rusa, los ucranianos han salido con banderas y carteles para celebrar la retirada.
En la capital Kyiv, a pesar de lucir a oscuras por los cortes de electricidad, la celebración también se desató desde la noche del viernes.
El júbilo sin embargo llegó acompañado de una preocupación: porque escasez de agua y medicinas.
“La ciudad sufre escasez crítica”, declaró el alcalde de Jersón, Roman Holovnia.
El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, informó el sábado que las fuerzas rusas han destruido toda la infraestructura crítica en Jersón antes de retirarse el viernes.
“Redes de comunicación, agua, calefacción, electricidad”, señaló en su mensaje nocturno a los ciudadanos.
El presidente celebró la liberación de la ciudad y de toda la margen occidental del río Dniéper en la provincia, pero también aludió a la existencia de fieros combates en la región oriental de Donbás. “Es el infierno allí”, señaló.