El presunto responsable del tiroteo del último viernes en un centro cultural kurdo en París (Francia) admitió que sentía un «odio patológico a los extranjeros» y que había planeado originalmente «asesinar a los inmigrantes» en el suburbio de Saint-Denis-
«Fue a Saint-Denis de madrugada armado con una pistola y munición para asesinar a extranjeros», declaró la Fiscalía parisina en un comunica después de interrogar al atacante de 69 años.
Supuestamente, al llegar lugar cambió de opinión porque «había muy poca gente y su vestimenta le impedía recargar rápidamente su arma», detalló. la Fiscalía parisina.
Este hecho fue confirmado por un billete de transporte público a Saint-Denis para las 06:50, así como las imágenes de videovigilancia.
Más tarde, al volver a casa, se dirigió a la Rue d’Enghien en el distrito 10, donde sabía de la existencia de un centro cultural kurdo, y abrió fuego.
Según sus declaraciones, no conocía a ninguno de los hombres que se encontraban en el centro y desconocía el número exacto de víctimas.
El atacante, cuya custodia policial acabó el sábado antes de ser trasladado a un hospital psiquiátrico, aseguró también que «siempre había querido asesinar a migrantes extranjeros», después de que un robo en su casa en 2016 desatara un «odio a los extranjeros que se ha vuelto completamente patológico».
Además, se describió a sí mismo como «depresivo» y «suicida», y confesó que su único arrepentimiento era no haber podido acabar con su vida, ya que siempre pensó que si alguna vez lo hacía, se «llevaría a los enemigos a la tumba».
Por «enemigos» se refería a «todos los extranjeros no europeos».
Hace un año, fue objeto de otra investigación por violencia racista: lo arrestaron por atacar con una espada un campamento de migrantes en el distrito 12, según supo BFMTV. De hecho, se encontraba retenido y fue puesto en libertad recién el 12 de diciembre, pasando a disposición judicial.