Wall Street vivió hoy miércoles una jornada negra, con una caída del 3% y alarmantes señales de recesión en el mercado de los bonos, arrastrada por los datos de China y Alemania que alimentan el temor a una ralentización económica global.
El Dow Jones, el principal índice de la Bolsa de Nueva York, cayó un 3%, uno de sus mayores retrocesos en el año, y el S&P 500, índice basado en el medio millar de mayores empresas cotizadas, se dejó un 2,9%, un desplome liderado por las compañías energéticas y, en menor medida, las financieras.
El Nasdaq, que reúne a compañías de alta tecnología, cayó también por encima del 3%. Horas antes, los principales selectivos europeos habían cerrado con fuertes pérdidas tras conocerse que la economía alemana entró en terreno negativo en el segundo trimestre.
En un claro signo de la preocupación de los mercados, el interés de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayó temporalmente por debajo de la deuda a dos años, por primera vez desde 2007, cuando la economía estadounidense se precipitaba a la Gran Recesión. Este fenómeno —conocido como la inversión de la curva de rendimiento, una alteración de la relación normal entre los bonos— suele considerarse una señal de una próxima recesión.