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Cuba tuvo más de una oportunidad para resolver el bloqueo económico

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Bandera de la Repùblica de Cuba (Foto: granma).
Bandera de la Repùblica de Cuba (Foto: granma).

Javier Gradín, Foto artículo“La historia nos indica que la esencia del pueblo de Cuba es innegociable. Mientras los EEUU no entiendan que la mejor manera de mostrar voluntad es levantar el embargo no podrán conseguir nada de un país que ha demostrado de múltiples formas que no está dispuesto a dar el brazo a torcer. Incluso a costa del levantamiento de un embargo que tanto daño le ha hecho”.

Son palabrfas escritas por el  periodista uruguayo radicado en Perú (aunque en el momento por razones laborales se encuentra en Argentina), Javier Gradín, quien en el siguiente artículo narra hechos registrados en varios momentos de la historia en los cuales Cuba pudo llegar a un acuerdo con los Estados Unidos para el levantamiento del sexagenario bloqueo económico, comercial y financiero», pero que lamentablemte no pasaron mas allá que de buenas intenciones.

Cuando Cuba tuvo la oportunidad de resolver el bloqueo económico y se negó

Por Javier Gradín

El pasado dieciséis de setiembre el presidente de México, Andrés López Obrador en nombre de su gobierno pidió el levantamiento de las sanciones contra el pueblo cubano. Lo que hizo propicia tal declaración fue la presencia del presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel que participó de una de las numerosas conmemoraciones por la independencia mexicana.

Desde 1959 hay un embargo económico de los EEUU contra Cuba. Los cubanos han estimado pérdidas por encima de los noventa mil millones de dólares gracias a esta situación. Donald Trump agregó durante su mandato doscientas cuarenta medidas adicionales en una evidente muestra de músculo para satisfacer las demandas del grupo anticastrista de Florida.

Sin embargo no siempre los EEUU fueron reacios a ofrecer el levantamiento del embargo. Cuenta el escritor James Joy en su gran libro “Imprisoned Intellectuals: America’s Political Prisoners Write on Life, Liberation, and Rebellion” del 2003 que en 1998 durante el gobierno de Bill Clinton el Departamento de Estado de los EEUU negoció con el gobierno cubano el levantamiento del embargo y todas las sanciones a cambio que Cuba entregase a noventa exiliados políticos que vivían allí. Quien más destacaba en este grupo era Assata Shakur.

Assata, nacida Joanne Byron en 1947, fue miembro del Ejército de Liberación Negra, el cual contaba entre sus filas con elementos de los Panteras Negras y Nueva África. Ella participó de operaciones contra el gobierno norteamericano entre 1971 y 1973 y se destacaron actos como el robo de bancos, asesinato de policías y robo y muerte de vendedores de droga. Fue perseguida en forma incansable y finalmente capturada en 1973. El veredicto de su juicio fue claro: cadena perpetua. Alojada en la prisión Clinton de Nueva Jersey vio su suerte cambiar. En 1979 entraron a punta de pistola y dinamita tres compañeros de ella que mediante toma de rehenes la lograron sacar. Nadie salió herido y ella se quedó en una casa de seguridad hasta que logró aparecer por Cuba en 1984. Allí pidió asilo político el cual le fue rápidamente concedido.

 Calles céntricas de La Habana (Foto: granma)

Los EEUU se sintieron particularmente heridos por la oprobiosa secuencia de hechos. Y no dudaron de usar toda clase de estrategias para intentar resolver su evidente incapacidad para el manejo de esta situación. Acudieron al Papa Juan Pablo II en 1997. Ofrecieron el levantamiento del embargo en 1998. Ofrecieron un millón de dólares para quien otorgara datos para su captura y se volvió la primer mujer en la lista de los más buscados del FBI. Hoy en día dicha suma se duplicó.

Al poco tiempo de asumir Donald Trump endureció la relación de su gobierno con Cuba para conseguir la devolución de Assata Shakur y otros perseguidos por la justicia. La respuesta del canciller Bruno Rodríguez fue clara: «En uso de la ley nacional, el derecho internacional y la tradición latinoamericana, Cuba ha concedido asilo político o refugio a luchadores por los derechos civiles de EE.UU. Por supuesto que estas personas no serán retornadas».

Mientras tanto ella y su hija viven en La Habana. Assata trabaja como editora en español para radio La Habana y ha concedido entrevistas y publicado libros. Fidel Castro la describió en uno de sus discursos como “heroína de los oprimidos”.

Si bien los EEUU y Cuba no tienen tratado de extradición en algunos casos se ha entregado por parte de Cuba  individuos perseguidos por los EEUU por temas criminales. Respecto a aquellos donde hay connotaciones políticas la postura siempre ha sido negativa.

Cuba a su vez tiene una lista de personajes que han estado involucrados en atentados y crímenes políticos que son o fueron protegidos por los EEUU. Uno de los casos más emblemáticos es el fallecido Luis Posada Carriles que fuera responsable en 1976 de un atentado contra un avión de Cubana de Aviación donde murieron 73 pasajeros. Jamás fue procesado por ese incidente.

La mutua desconfianza que se profesan ambos gobiernos indica que este tema en particular no será resuelto incluso bajo la promesa otorgada del levantamiento del embargo.

Mientras Canadá consiguió la libertad de dos de sus ciudadanos prisioneros en China al mismo tiempo que dejaron libre a la vicepresidenta de Huawei Meng Wanshou vemos cómo la política muchas veces se disfraza de justicia para ganar fuerza de negociación.

No es que la justicia está libre de influencias; hay muchísimos ejemplos de decisiones fluctuantes que sirven a los intereses de turno. Aquí está el quid de la cuestión. Assata Shakur se veía a sí misma como una revolucionaria que participaba activamente en un grupo que buscaba la transformación social a través de las armas.

Normalmente el revolucionario no se ve a sí mismo como un delincuente por más que cometa hechos que lo describan como tal; esa auto-indulgencia es característica de muchos líderes históricos y también de monstruos. La historia nos indica que cuanto más extrema sea nuestra postura actuaremos de forma más radical provocando mucho daño.

No es sorpresa que para lograr las negociaciones de paz con las FARC el estado colombiano tuviera que negociar con la cúpula de ese grupo en Cuba. Fue allí donde ambos sectores se sentaron a dialogar, encontrar un acuerdo y refrendarlo con varios líderes latinoamericanos. Al presidente Santos le otorgaron el Nóbel de la paz por esa conquista. Cuba tiene una histórica simpatía por cualquiera que se levante contra un gobierno de derecha pero cuando se acuden a sus oficios de negociador son realmente eficaces.

La historia nos indica que la esencia del pueblo es innegociable. Mientras los EEUU no entiendan que la mejor manera de mostrar voluntad es levantar el embargo no podrán conseguir nada de un país que ha demostrado de múltiples formas que no está dispuesto a dar el brazo a torcer. Incluso a costa del levantamiento de un embargo que tanto daño le ha hecho.

 Gente común en Paseo del Prado, La Habana (Foto: Facebook).

Gente común en Paseo del Prado, La Habana (Foto: Facebook).

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