Guillermo Olivera Díaz (Foto: agendapais.com)
¿Tendría el Congreso de la República facultades para tramitar una vacancia presidencial fundamentada en el figura de la permanente incapacidad moral en el supuesto caso que el Ejecutivo representado por el presidente del Consejo de Ministros haga cuestión de confianza en respuesta a un eventual acuerdo del Pleno de aprobar la censura del interpelado ministro de Trabajo Iber Maraví?
En opinión del jurista Guillermo Olivera Díaz, un acuerdo congresal de vacancia presidencial sería “aberrante, ilegítima e inconstitucional”. Además, sostiene el jurisconsulto “ni siquiera debe ser admitida una moción de vacancia por «permanente incapacidad moral», porque no la hay.
“Pretender, agrega, vacar a un presidente elegido por más de ocho millones de votos, apenas a los dos meses de estar en el gobierno, es y resulta insensato, torpe e ilegítimo, hasta delictivo”. Vea el artículo preparado por el doctor Guillermo Olivera Díaz:
Vacancia por cuestión de confianza
Se rumorea que como berrinche de vindicta el Congreso tramitaría al toque la vacancia sumaria del presidente Pedro Castillo.
Una vacancia así sería aberrante, ilegítima e inconstitucional.
El Artículo 113° de la Constitución Política no la prevé de semejante modo descabellado: ¡vacancia porque el Ejecutivo hace uso de la Cuestión de Confianza que la contemplan los Artículos 130 y siguientes de la misma Carta Política!. El ejercicio de una legítima potestad constitucional, necesaria como contrapeso interorgánico, no es asidero ni causal para vacarlo. Ambos órganos tienen sus armas de control, lo cual es humano y lógico. La doctrina paró mientes.
La fantasiosa y terrorífica vacancia por «Permanente Incapacidad Moral» del presidente Castillo está lejísimos de la previsión y precisión constitucional, que exige que sea «permanente» (una retahíla de hechos del mandato presidencial) el estado de «incapacidad moral», lo cual requiere hechos del presidente que denoten y revelan que moralmente está incapacitado para gobernar. No veo que Castillo es caserito de fiscales y jueces como sí lo eran PPK y Martín Vizcarra. Al contrario, la moral del presidente no tiene arrugas como las de otros, sigue enhiesta. Que no sea sabio ni estadista es otra cosa. Ah, los sabios saquearon el país y lo vendieron en peso y al menudeo. Uno se mató, se hizo justicia de proyectil.
Además, requiere 87 votos para que sea fundada y a mi juicio no habrá jamás esos 87 congresistas «vacadores» si ya se planteó la primera cuestión de confianza con el peligroso recurso de la segunda y la conocida efectista disolución del Congreso, que deja sin sueldo ni micro al frente a 130 actuales legisladores.

En mi concepto ni siquiera debe ser admitida una moción de vacancia por «permanente incapacidad moral», porque no la hay, ni lo uno ni lo otro, para su posterior debate y defensa del mandatario.
En cambio la Cuestión de Confianza está prevista en forma expresa por el texto normativo y es constitucional de uso frecuente. El Ejecutivo hace Cuestión de Cobnfianza por solidaridad con un ministro suyo sobre el que pende una censura. La Constitución no pone límite alguno a los temas de tal Confianza tal como el TC lo ha reconocido en sendos fallos. Tiene que tramitarse sí o sí y resolverse ipso facto sin manoletinas: ¡se otorga o deniega la confianza requerida por el Ejecutivo!.
Me gustaría defender ad honorem y en el papel esa «»vacancia»» con comillas doble. Lo moral sin sustento fáctico no es causal, peor aún si no es permanente. Alejandro Toledo tenía un solo dígito de aprobación y hoy cuelga por merecida extradición.
Finalmente, pretender vacar a un presidente elegido por más de ocho millones de votos, apenas a los dos meses de estar en el gobierno, es y resulta insensato, torpe e ilegítimo, hasta delictivo. El pueblo elector debe hacer sentir su voz a todo pulmón y en todas las calles del país.