«Quisiera saludar a una empresa tan importante que hasta el día de hoy ha venido debiéndole al país, me refiero a Telefónica. Hace menos de 24 horas tuvimos un llamado directo diciendo que la empresa está dispuesta a pagar la deuda al pueblo para invertir en salud y educación».
Con estas palabras, el presidente Pedro Castillo Terrones anunció la disposición de la española Telefónica, el mayor grupo del sector con operaciones en América Latina que opera en Perú desde 1994, de sanear las deudas que tiene con el Estado peruano.
De acuerdo a información proporcionada por SUNAT, la filial en Perú de Telefónica le debe unos 2.300 millones de soles (US$850 millones) en impuestos a la renta e intereses del 2000 y 2001, dinero que busca cobrar a través de un proceso judicial.
«Qué bien que las empresas se pongan de lado del país. Si bien todos usamos el servicio telefónico, son conscientes que le deben al país y hoy están dispuestos a pagar su deuda, esos centavos no irán al bolsillo del presidente sino a pagar la deuda con el pueblo históricamente postergado», detalló elpresidente al hacer uso de la palabra durante la ceremonia de inauguración del hospital Bicentenario de Chao, en la región La Libertad.
Allí, Castillo Terrones ratificó que la política general del gobierno comprende la atención de las grandes demandas del país en ámbitos como la salud, la educación y la agricultura, entre otros, para lo cual, subrayó, se requiere la unidad de todos los peruanos.
Remarcó que no se podrá avanzar si se continúa en confrontaciones inútiles que no le hacen bien al Perú, por lo que insistió en su llamado al Congreso y demás autoridades para acabar juntos con problemas nacionales como la inseguridad ciudadana y la corrupción.
«Estamos firmes para sacar adelante al país, para darle al pueblo el presupuesto que corresponde, dinero que debe invertirse hasta el último centavo en favor del pueblo. El desarrollo debe hacerse con los hermanos que piden oportunidad de empleo», agregó.
Además adelantó que en Consejo de Ministros se verá el destrabe de proyectos, a fin de genera empleo con obras que queden al servicio de la población.