Humberto Lay Sun, pastor evangélico próximo a cumplir 89 años de edad apareció este viernes ante las cámaras de televisión nacional para reclamar “coherencia entre la fe y la conducta, entre el creer y el hacer, entre la vida espiritual y la materia”, a una nación como la peruana que declara mayoritariamente creer en Dios y abrazar la doctrina cristiana.
Fundamentó su alocución en la Epístola de Santiago 1:25 que en su versión Reina-Valera Contemporánea, reza. “En cambio, el que fija la mirada en la ley perfecta, que es la ley de la libertad, y no se aparta de ella ni se contenta solo con oírla y olvidarla, sino que la práctica, será dichoso en todo lo que haga”.
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Retirado de la política partidaria desde el 2019 tras renunciar a la presidencia de Restauración Nacional, Lay Sun, en su condición de pastor, tuvo a su cargo la reflexión bíblica de la XVIII Ceremonia de Acción de Gracias por el Perú que se realizó en el Centro Evangelístico de las Asambleas de Dios del Perú como parte de las actividades oficiales por el 202 aniversario patrio y que contó con la asistencia de la presidente Dina Boluarte y de parte de los integrantes del Gabinete Otárola.
Humberto Lay: “No se trata de tener una religión»
“No se trata, precisó Lay Sun, de tener una religión, sino una relación real con Dios, una relación real con Dios por medio de Jesucristo, aquel que dio su vida por nosotros, asumiendo nuestra culpa y muriendo por nosotros en la Cruz del Calvario para reconciliarnos con Dios”.
“Entonces sí, una nación de ciudadanos bienaventurados porque Cristo mora en sus corazones, con vidas coherentes entre su fe y su conducta, será nación bendecida que todos deseamos para nuestro querido Perú. Eso es también lo que deseamos de todo corazón para todos los presentes y los que ven este culto por televisión. Oramos a Dios que esto así sea”, señaló el expolítico que en actividad ocupó una curul en el Parlamento (2011-2016), postuló una vez a la presidencia de la República (2005) y en tres oportunidades a la alcaldía de Lima (2006, 2010 y 2018).
Humberto lay y el mensaje a modo de reflexión. Este es el texto
“¿Somos una nación cristiana? ¿Es el Perú una nación cristiana? Vivimos en una nación que desde su independencia reconoce a Dios en su Constitución Política (desde la primera, en 1823 hasta la última, la de 1993). Si parecería que sí, somos una nación cristiana y si somos una nación cristiana debería cumplirse lo que dice el Salmo 33:12, “Bienaventurada (feliz) la nación cuyo Dios es Jehová”.
Entonces si somos una nación cristiana ¿porqué tenemos tantos problemas?.
A pesar de los tremendos avances de nuestra macroeconomía, los records recientes en nuestras exportaciones, el auge de nuestra gastronomía, y teniendo la moneda más sólida de Latinoamérica, sin embargo existe la pobreza de millones de peruanos, la informalidad, la injusticia, la inseguridad, la delincuencia, la corrupción y los permanentes conflictos sociales. Y la bienaventuranza (la felicidad) no llega a la mayoría de los peruanos. ¿Por qué?”
“La respuesta es que una nación no es cristiana porque su Constitución lo diga, sino porque su gente es cristiana”.
“El 94% de peruanos creemos en Dios, que el 90 % somos católicos o evangélicos, pero por esa dicotomía entre lo espiritual y lo material, entre la fe y la conducta, Dios no es Dios en el quehacer cotidiano para muchos peruanos y por tanto, no es Dios en la realidad para la gran mayoría, tanto ciudadanos comunes, como nosotros y autoridades de todos los niveles de gobierno”.
“¿Qué hacer entonces? ¿Cómo puede darse la bienaventuranza del Salmo 33?. La respuesta está en la Epístola de Santiago 1:25. “En cambio, el que fija la mirada en la ley perfecta, que es la ley de la libertad, y no se aparta de ella ni se contenta solo con oírla y olvidarla, sino que la practica, será dichoso en todo lo que haga” (Versión: Reina-Valera Contemporánea)
“Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace”. (Versión: Reina-Valera 1960)
“La ley perfecta es la ley de Dios, la ley de la libertad. esa es la que se refería Jesús cuando dijo: conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.
Es el Evangelio, la buena nueva de Cristo que nos libera de la tiranía del egoísmo propio de nuestra naturaleza humana caída, pero una condición, no contentarse con oírla y luego olvidarla, sino practicarla, es decir, debe haber coherencia entre la fe y la conducta, entre el creer y el hacer, entre la vida espiritual y la materia. El que lo haga así será bienaventurado, lo dice la infalible Palabra de Dios”.
“Y esto no lo puede hacer ninguna ley, ningún gobierno, por más excelente que sea, porque este es un problema de corazón, tanto de los ciudadanos, como de autoridades, todos los que conformamos la nación. El corazón solo lo puede cambiar Dios por medio de Nuestro Señor Jesucristo”-
“No se trata de tener una religión, sino una relación real con Dios, una relación real con Dios por medio de Jesucristo, aquel que dio su vida por nosotros, asumiendo nuestra culpa y muriendo por nosotros en la cruz del calvario para reconciliarnos con Dios”.
“Entonces sí, una nación de ciudadanos bienaventurados porque Cristo mora en sus corazones, con vidas coherentes entre su fe y su conducta será una nación bendecida que todos deseamos para nuestro querido Perú.
Asistencia
La Ceremonia de Acción de Gracias por el Perú que tuvo una duración de 55 minutos, contó con la asistencia de las iglesias que forman parte del Concilio Nacional Evangélico del Perú (CONEP) y de la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú (UNICEP), ambas organizadoras del acto.
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No estuvieron pastores representantes de las iglesias que forman parte de la Federación de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú. como Asambleas de Dios del Perú (AADD), la Alianza Cristiana y Misionera, el Movimiento Misionero Mundial, la Iglesia Evangélica Pentecostal del Perú y la Iglesia Evangélica Peruana.
Como maestra de ceremonias estuvo la presentadora de televisión, actriz y exmodelo Catherine Caballero Condos, conocida como Cati Caballero.