FBC Melgar pasó este miércoles a los cuartos de final de la Copa Sudamericana tras ganar en Arequipa por 2 a 1 a Deportivo Cali, hecho que lleva a miles de aficionados a pensar que podríamos estar ante un símil de lo que sucedió hace 19 años cuando Cienciano del Cusco, contra todo pronóstico, alcanzó el máximo título del fútbol continental a nivel de clubes luego de doblegar a River Plate por 4 a 3.
“¡El sueño continúa! Se logró el 2do objetivo del año con una gran entrega de este excelente grupo y el aliento de todos los rojinegros que nos acompañaron en las tribunas, desde casa o desde cualquier parte del mundo y alentaron de principio a fin. ¡Continúen Celebrando, Familia Rojinegra”, se lee en la cuenta de Facebook del equipo mistiano.
Con su victoria frente a Deportivo Cali, Melgar deberá enfrentar en los cuartos de final de la Copa Sudamericana, al Internacional de Porto Alegre, cuadro brasileño que eliminó al Colo Colo de Chile al golearlo por 4-1 en Brasil. El Inter, quizá, es el equipo más poderoso que, hasta el momento, le ha tocado enfrentar en lo que va de la copa.
La llave de los cuartos de final se disputará recién en agosto: el partido de ida será la primera semana, mientras que el partido de vuelta la semana del 10 del mismo mes.
El partido
El primer tiempo dejó una sensación de ansiedad por un resultado momentáneo que, en las apuestas, no se reflejaba: cero a cero frente a un equipo que se veía más débil de local que de visita y que Melgar tendría que haber superado con tranquilidad por lo mostrado en Colombia, días atrás.
El trámite del segundo tiempo sería el mismo. Sin embargo, cuando el árbitro Facundo Tello se acercó al monitor del VAR, frente al asombro de propio y extraños, y decretó el penal a favor, la esperanza se hizo realidad.
Bernardo Cuesta, aquel argentino que ya está dentro de la historia del club como uno de los jugadores más determinantes que Arequipa haya visto, fue el encargado de reventar las gargantas de las más de 40 mil almas apostadas en la UNSA y reconfirmar su liderazgo en la tabla de goleadores de la copa.
Melgar, sin la ansiedad del marcador que, por momentos, ensuciaba la creatividad de sus volantes, pisó la pelota como solo ellos lo saben hacer a 2,335 metros sobre el nivel del mar.
Robo a mitad de la cancha, diagonal a la izquierda del ataque y, ¿quién más?, Bernardo Cuesta pica al arco que esperaba anidar aquel balón que salió disparado de su pierna derecha. Golazo.
Antes del final, como para no pecar de triunfalista, Cali recordó a los arequipeños que están frente a un histórico: rebote en el borde central del área grande y gol en contra. El miedo se apoderó de la UNSA, pero solo fue por unos segundos. El final del partido decretó la algarabía del cuadro dominó.
Y así, un equipo de provincia, un equipo que no está en el mapa de los comentaristas de los canales de televisión y de programas deportivos de emisoras nacionales, se mete en la mente de miles de aficionados que comienzan a creer que melgar podría ser, después de Cienciano, el segundo equipo peruano en alcanzar un objetivo que no forma parte de la lógica de quienes sostienen el fútbol en Perú y en Sudamérica. (Texto redactado sobre la base de la nota extraida de andina).