De acuerdo al abogado penalista Guillermo Olivera Díaz, la presidente del Congreso, Maria del Carmen Alva Prieto incurrió en la comisión de hasta siete delitos e infracciones constitucionales por reunirse a puertas cerradas en el hotel Casa Andina Premium de Miraflores, para buscar, según una investigación periodística, una estrategia destinada a acabar con el mandato constitucional de cinco años del presidente Pedro Castillo Terrones.
En un artículo de opinión titulado “¡Delinque para ser presidenta!”, Olivera Díaz enumera los ilícitos delictivos en los que habría incurrido la titular del Poder Legislativo y representante de Acción Popular al propiciar reuniones en las que los participantes discutieron, según la nota de “Hildebrant en sus trece”, sobre las diferentes alternativas y la correlación de fuerzas para vacar al presidente Pedro Castillo del cargo al que accedió por votación popular el 6 de junio del 2021 tras ganar en 2da. Vuelta a Keiko Fujimori.
En la reunión hotelera realizada el miércoles 9 de febrero, previo almuerzo en un restaurante, estuvieron Patricia Juárez y Hernando Guerra García, de Fuerza Popular; Jorge Montoya y Alejandro Muñante, de Renovación Popular; Norma Yarrow y José Williams, de Avanza País; Carlos Anderson (Podemos Perú), Lady Camones (Alianza para el Progreso – APP), Luis Arriola (Acción Popular- AP). Luego se unieron al grupo Jorge del Castillo (Apra), César Candela y Úrsula Letona (exFuerza Popular).
Este es el texto del artículo del penalista Guillermo Olivera Díaz
¡Delinque para ser presidenta!
Por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com
No solo piensa o tiene una mera idea. Ella actúa, maquina a troche y moche, concierta en convite con otros, falsea la verdad o miente, amenaza y los coimea con primicias a periodistas, es decir, consuma un sinfín de hechos en su plan desbocado, frenético, para devenir en una presidenta de la República de modo delictivo, sin méritos sesquipedales, no haber sido ni candidata espuria, ni haber ganado elecciones para serlo.
Me refiero a la esmirriada señora y abogada sin brillo, pero si brío en aupar, María del Carmen Alva Prieto, quien ahora es la áspera jefa del Congreso, a cuyo local lo reputa «su casa». No lo es. Pero le sirve para la discriminación torpe que hace en público.
Vladimir Cerrón en un sonoro tuit escribió: «Presentar denuncia constitucional (a la susodicha) por conspiración al sistema democrático promoviendo un golpe de Estado parlamentario y coacción contra la libertad de prensa». Debe darle forma un solo congresista, pues el trámite difiere del de vacancia del presidente, que se inicia con una simple Moción.
Tales ilícitos delictivos son: el de Asociación Ilícita para Delinquir, donde se debe considerar a los que no son congresistas y estuvieron en el almuerzo miraflorino del 09-02-2022, que proponían orondos allanar el camino de la vacancia o el antejuicio para destituir al presidente Pedro Castillo (Artículo 317°, Código Penal); Discriminación, de una o más personas por opinión política o de cualquier otra índole (así reza el Art. 323°, C. P.); Conspiración a la rebelión, para modificar el régimen constitucional en curso y asumir ella el mandato (Art. 349°, C. P.); Abuso de Autoridad y abusando de sus atribuciones comete actos arbitrarios que causan perjuicio al presidente de la República (Art. 376°, C. P.); y falsedad genérica, mintiendo a los periodistas con amenazas de que Vladimir Cerrón les quitaría su canal ATV (Art. 438°, C. P.), entre otros delitos con sumatoria de penas.
Igualmente, inmensa sería la retahíla de infracciones constitucionales que ha pergeñado la denunciada Alva Prieto, que el hecho que sea abogada, aunque anodina, resultan agravadas.
Ellas son las que siguen: haber promovido y consentido el trámite inconstitucional y delictivo del antejuicio, en violación de los Artículos 99° y 100° de la Constitución Política; buscando hacer mal uso del Artículo 102°, que no es para interpretar normas constitucionales como se viene proyectando por el grupo miraflorino donde ella estuvo presente, para gestar elecciones solo presidenciales que reemplacen solo al presidente Pedro Castillo y no congresales, a fin de que el Congreso quede hasta el 2026.
Igualmente, del Artículo 102°, 2, que es para velar por el respeto de la Constitución y no dar mal ejemplo de lo contrario, como ya se hizo con la casi eliminación de la Cuestión de Confianza y lo que existía sobre el Referéndum; del numeral 103°, que no ampara el abuso del derecho, pero que el delito no entiende ese límite y se abusa de las atribuciones congresales; del 105° que es para dar preferencia a los proyectos de ley, con carácter de urgencia, del Ejecutivo y que el Congreso con la jefatura de Alva Prieto y su connivencia los pretiere y no los prefiere, hasta los olvida; del 113°, para construirle una vacancia hechiza en concierto con terceros con los que se almuerza; así como de los Artículos 117° y 134° que los vulnera por promover, con proyectos de ley, cambios que desnaturalizan la inmunidad presidencial y hacen viable de modo delictivo el trámite del antejuicio que prevén los numerales 99° y 100° antes tratados.
Lima, 12 de febrero del 2022.