En una final de alta intensidad, Racing venció 3-1 a Cruzeiro y ganó la final de la Copa Sudamericana 2024. El equipo argentino alzó el trofeo por primera vez en su historia con Gustavo Costas en la dirección técnica. Gastón Martirena, Adrián Martínez y Roger Martínez fueron los autores de los goles.
Veinte minutos raudos en el primer tiempo y un zarpazo en la agonía consagraron este sábado a Racing Club como campeón de la edición 23 de la Copa Sudamericana, alzando así su primera presea de la competencia, siendo un histórico de Argentina.
Racing se impuso en el primer tiempo
La primera alegría de la Academia llegó a los 3 minutos, pero terminó en decepción porque el remate al fondo de la red del lateral derecho Gastón Martirena lo anuló el VAR por posición irregular previa de Maximiliano Salas.
Los errores forzados se sucedieron y en el minuto 14 el mediocentro Walace falló en la entrega, el balón pasó a la banda derecha y Juan Fernando Quintero lo cedió en corto a Martirena quien mandó el balón al área, pero la curva lo insertó en el arco, siendo imposible de atrapar para Cassio.
A los 19 minutos, el peso del ataque se inclinó a la izquierda, ‘Maxi’ Salas salió a por un lanzamiento profundo, ganó la carrera a João Marcelo y desde la línea soltó un pase a ras que superó la reacción del central Villalba, y Adrián ‘Maravilla’ Martínez, que entraba como una apisonadora apenas tocó al fondo.
El golpe final de Racing
Con el 2-0 arriba, inició el segundo tiempo. En el minuto 53 Kaio Jorge cazó un centro aéreo dentro del área. Su cabezazo exigió la intervención de Arias y el rebote lo rescató de nuevo el delantero de 22 años para marcar el descuento.
El desgaste físico del conjunto de Avellaneda en el primer tiempo pasó factura y en adelante el partido número 157 de la Copa Sudamericana mostró un Cruzeiro desquiciado y volcado al ataque. Tras una brillante faena, ‘Maravilla’ Martínez salió agotado con una atronadora ovación, y ‘Juanfer’, que no pudo encontrar la frescura de sus fútbol habitual, luchó en vano contra una molestia en el tobillo que le sacó en silencio.
Los de Diniz con cinco hombres fijos en el ataque, y los de Costas con el colombiano Roger Martínez en el rol de Llanero Solitario para inquietar a Cassio. La misión casi imposible la cumplió Martínez con una fulminante carrera que cerró el partido en el quinto minuto añadido.