Dina Boluarte: Gesto puede ser interpretado como un respaldo a su gestión
Dina Boluarte ofreció, lo que sería un público respaldo a la gestión del ministro del Interior, no con palabras, sino con gestos. Ante la mirada de los presentes en el frontis de la nueva base del escuadrón “Los Halcones” en el distrito de El Agustino, brindó un efusivo abraso a Juan José Santiváñez.
Sucedió cuando el titular del Mininter se acercó al vehículo presidencial para dar la bienvenida a Dina Boluarte que había llegado al lugar para inaugurar la nueva sede de Los Halcones de la Policía Nacional del Perú.
La presidente bajó del auto y al ubicar con su mirada al ministro del Interior, se confundió con un fuerte abrazo que incluso sorprendió a los agentes de la Policía que habitualmente acompañan a la presidente.
Pero, ¿que de extraño tendría el abrazo de una presidente a un colaborador suyo en este caso un ministro de Estado? Nada, salvo que este capítulo se presenta tres días después de hacerse público un conjunto de audios donde se le escucha decir que la presidenta Dina Boluarte le pidió cerrar la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional..
El audio de la vergüenza
El dominical Cuarto Poder accedió a una parte de los audios que fueron registrados por el capitán de la policía Junior Izquierdo, conocido como “culebra”, en conversaciones con el hoy ministro Juan José Santivañez.
“Culebra” afirma que grabó esta conversación cinco días después de la juramentación de Santiváñez, como ministro del interior. Cinco días después, de haber asumido el cargo desde el que puso en la mira a la Diviac, la división a la que pertenecía su entonces amigo “culebra”, quien comenzaba a dudar de los principios y lealtades del hoy ministro, el mismo ministro que lo corroboraría en sus relatos en los que involucra a la misma presidenta
“¿En dos oportunidades que quiere, que quiere cerrar la DIVIAC? Sí, sí. Le digo: no, no puedo. ¿Por qué no puedes? Primero porque es una unidad orgánica ¿ya? Es imposible, es imposible. Ahí sí me denuncian, con concha. Yo me he opuesto dos veces”, se le escucharía decir a Santiváñez en la conversación.
Lo que narra su interlocutor, según culebra, revela presiones y solicitudes presidenciales que apuntaban directamente a la desactivación de la Diviac, el equipo policial, que investiga al hermano de la presidenta, a su exabogado y ahora a un ministro de estado.
“A mí Dina me pidió cerrar la Diviac, dos veces. Hasta ayer me dijo eso […] Yo le he dicho: no puedo, no puedo”, habría dicho Santiváñez ante Culebra.

El vínculo entre “culebra” y Santiváñez no es reciente. El ministro niega que sea su voz la registrada en los audios presentados ante la justicia por el capitán Junior Izquierdo. Pero las evidencias reveladas hasta hoy han impedido que Santiváñez pueda negar su amistad con culebra y que cenó con él en el chifa de San Borja el pasado 21 de mayo.
En los audios, culebra y quién sería el ministro del Interior, conversan el ascenso al poder de Juan José Santiváñez. Los cuestionables pedidos y reproches de la presidenta Dina Boluarte, la desactivación de la Diviac, el coronel Harvey Colchado, el ministro de justicia, Eduardo Arana e, incluso, comentan un episodio de encubrimiento a Vladimir Cerrón.
“Ya. (Ininteligible) que Dios me castigue si miento, te lo juro. Tú sabes que para subir todo vale. Me preguntó: ¿usted puede desactivar la Diviac? Yo dije: sí. Entré y ahora está preguntándome: tú no me dijiste que (ininteligible)”, se evidenció en el audio atribuido a Santiváñez.
¿Para subir, todo vale? ¿le ofreció la presidenta Dina Boluarte el cargo de ministro a cambio de condiciones puntuales, que incluían la desactivación de la Diviac?
Lo cierto es, que el audio se condice con la realidad. Desde el inicio de su gestión, como ministro del interior, Juan José Santiváñez petardeó a la Diviac. Su primer misil estuvo dirigido hacia a sus gastos. Reveló montos exuberantes, cifras que no se ajustan a la verdad.

Luego, acusó a la Diviac de la pérdida de un equipo de “chuponeo”, cuando en realidad no estaba perdido. Su artillería no cesó hasta convertir a la Diviac en una división de la Dirincri. Poco a poco fue desapareciendo el equipo policial que tenía en la mira al entorno presidencial.
En la conversación existe además una narración que detalla una molestia presidencial. Dos días antes de esta grabación, Juan José Santiváñez habría recibido una llamada de atención, por no criticar la labor del coronel Harvey Colchado quien estuvo en el allanamiento a la casa de la presidenta.
“A mí, por ejemplo, Mónica Delta me pregunta: disculpe, ¿usted cree que Harvey Colchado es buen policía? Y yo respondo… digo: para mí todos son buenos. Por eso a mí la tía me llamó, me metió una cach… ¿Qué?, ¿cómo? ¿cómo es posible? Usted debió decir que no, que es un policía politizado”, se le escucharía decir a Santiváñez.
La crítica no llegó en público sino en papel. En menos de una semana, de este episodio y de esta revelación realizada a culebra, Inspectoría General de la Policía abrió proceso disciplinario contra el coronel Colchado.