Autor: Ubaldo Villalobos
El pasado miércoles 12 de marzo, Panam Sports hizo Lima 2027 una realidad porque definió a la capital como sede de los próximos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos del año 2027. La algarabía no dejó de rondar un país que parece ver en el deporte un refugio ante tanto caos, Perú volverá a organizar un evento de gran magnitud, tal y como sucedió en el año 2019, donde impresionó al mundo, dejando la valla muy alta. La premisa es clara: impulsar este escenario como factor de desarrollo; sin embargo, ¿estamos listos para asumir este nuevo reto?
Una nación que busca colocarse en lo más alto del deporte, recibió una grata noticia en la semana y ello ha venido con un cúmulo de hazañas por atletas que, en el último tiempo, han ganado medallas y logros internacionales. Santiago 2023 con 41 preseas (11 de oro, siete de plata y 23 de bronce) fue un claro ejemplo que existe crecimiento, por lo que Lima 2027 podría encargarse de solidificar el avance, mirando ya lo que serán los Juegos Olímpicos de Los Angeles en 2028.
Desde el Estado, se impulsó el «Proyecto Especial Legado» que se ha encargado de las infraestructuras y preservarlas de la mejor manera. Además, en palabras de su director ejecutivo (Carlos Zegarra), todas están preparadas para recibir competencia lo más pronto posible. Estos escenarios están ubicados en VIDENA y Villa El Salvador, sumado a las competencias acuáticas que se realizan en las playas y también poseen estructuras que se instalan los mismos días de competencia.
El beneficio será a nivel nacional porque impulsar deporte promueve que muchos jóvenes se atrevan a tener una mejor educación, disciplina e interés por su cultura. En este 2024 (y también en 2025) se realizarán los Juegos Boliviarianos en la ciudad de Ayacucho. Estos eventos van de la mano con la idea de descentralizar, buscando así también nuevos talentos en el interior. Claro ejemplo son atletas como Christian Pacheco o Gladys Tejeda, quienes destacan en fondismo y han traído medallas de oro para nuestra patria.
Cada deportista, con el paso de los años, ha presentado un desarrollo competitivo. David Bardales (levantamiento de pesas) consiguió bronce en Lima 2019 y en Santiago 2023 se quedó con una medalla de plata. Hace un mes, tuvo la oportunidad de ganar oro en un torneo individual, realizado en Caracas. Así cómo él, hay otros destacados que evolucionan y aspiran a nuevas metas. Lima 2027 permitirá mejor visibilidad para ellos y, por qué no, mayores hazañas.
¿Existen desventajas para Lima 2027?
Nadie duda que la inestabilidad política es uno de los factores que hace temblar cualquier candidatura. Es más, esta fue una de las armas del rival de Perú (Asunción) al momento de sustentar las candidaturas. Sin embargo, organizar el evento en el año 2019 dejó muchas cosas listas, por lo que hay nuevas prioridades con un presupuesto destinado más a refacciones o detalles puntuales, que construir cosas pendientes, aspecto que dejó fuera a Bogotá (país que perdió la sede en primera instancia).
El deporte es vida y también debe ser considerado como motor de desarrollo. Hoy en día, en un panorama sombrío que vivimos en el país, la elección de ser sede de unos Juegos Panamericanos y Parapanamericanos puede significar una luz en las tinieblas. Los últimos años de éxitos sirven como ejemplo para entender que no será un gasto en vano o una pérdida de tiempo, como muchos creen, será todo lo contrario. Eso sí, también hay tareas pendiente como mejorar el transporte y la seguridad, factores que también nos ayudarán a dejar la mejor imagen. Lima 2027 es una tarea para todos.
